miércoles, 21 de diciembre de 2011

Vanidad

Finalista del II Certamen de Microrrelatos de Terror ArtGerust - Homenaje a Poe.
Había 200, igual eso le resta mérito, pero yo estoy encantada. Lo curioso de esta historia es que, en su momento, la concebí como una historia cómica.
Veréis, el frío y yo no somos buenos amigos. Esta enemistad se ha incrementado en los últimos años, y para mí es un problema cada vez mayor. Una de las frases que más repito durante el período invernal es: “tengo los huesos congelados”.
Me río, y se ríen de mí, pero hay momentos en los que lo paso fatal. Así que, en su momento, escribí esta tragicomedia en micro-relato para poder seguir riéndome. Eso sí, con los huesos congelados.
Aquí os dejo el enlace de la versión para el concurso, y aquí mismito, la versión original (ya publicada en su momento en mi desaparecido blog):
            Es frágil, como de cristal, y pálida, casi transparente. Sus cabellos, una cascada de hilos de oro y sus ojos trocitos de cielo del mediodía.
            Vivía sola en su Palacio de Hielo tarareando canciones de desamor y derramando lágrimas granizadas mientras mesaba sus cabellos en busca de algo de consuelo.
            La primera vez que la vi su belleza serena y melancólica me embelesó. Estaba sentada sobre sus piernas, el cuerpo ligeramente ladeado, en el centro de la sala de baile, y su dulce voz llenaba cada rincón de la desolada habitación.
            Me apiadé de ella y quise llevarla conmigo. Cuando le tendí mi mano extendió la suya y envolvió mis dedos con sus témpanos de hielo.
            Desde entonces no me ha soltado. Se sujeta a mi mano con dulzura, pero apenas la noto, el frío corre bajo mi piel. A veces, amorosa, me besa y me abraza, y entonces puedo sentir cómo se escarcha mi corazón.
            No tengo el valor para devolverla a su soledad. Los días en los que el temblor es tan fuerte que siento cómo se rompen mis fibras me sumerjo en sus ojos y dejo que su aliento me envuelva para olvidar que es ella la que me está matando de frío.
            Solo espero que llegue pronto el estío.

4 comentarios:

  1. Pues en León todavía no nos han venido heladas muy fuertes, eso sí, si eres friolera, no es un buen sitio para tí.
    De todas formas, para compensar el frio ambiente, los hombres somos de abrazos calurosos y ardientes.
    Es una alegría ver de nuevo tus entradas.

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  2. Antes no era friolera, debe ser que me voy haciendo mayor, ;) Pero tienes toda la razón, nada mejor que un buen abrazo masculino para entrar en calor, ¡hasta el alma se te calienta! Gracias, es una alegría ver que, después de la larga ausencia, todavía estáis ahí.

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  3. Abrazos contra el frío, eso sí es un buen método para combatirlo!
    El relato es muy bonito, muy poético y además cortito y contundente. Gracias por compartirlo.
    Un beso y feliz navidad!

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  4. Sonix, un gran método!!! ;) Gracias, me alegro mucho de que os guste. Otro beso y más feliz navidad!!

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