lunes, 26 de diciembre de 2011

Ella



¿Qué tal vais superando las fiestas? Ya os contaré algún detalle de las mías. Hoy me lo salto, que la cosa va de microrrelato. Este es un regalo a una persona que llevaba un tiempo en mi vida, pero que hasta hace poco no se había ganado un hueco en mi corazón. Y quien se lo gana se queda. Un regalo de Navidad que, con su permiso, comparto con vosotros:

Te llevo prendido en los talones, presente en cada paso que doy. Y si me paro trepas por mis piernas hasta mi vientre, avivando ese fuego que una vez compartimos. Siento tus manos que una vez soñé ásperas, fuertes, firmes, y tus labios cincelados en un rostro duro de mirada torva.

¡Cuántas veces habré recorrido en el aire el contorno de esos ojos líquidos de deseo, cuántas veces la definición de tu cuerpo! ¡Cuántos suspiros cargados de amor escaparon de mi boca con la esperanza de que tú los recogieras!

Porque te amé. Te amé con cada fibra de mi ser, con cada pensamiento, con el aire que me rodea, con todos y cada uno de los átomos del alma que me robaste.

Tu inteligencia, tu pasión, tu gran corazón, tus ganas de comerte el mundo para crear otro mejor,… Amé hasta tus mentiras, tus mil caras, tus desplantes. Incluso amé todo lo que antepusiste a mí.

Te hubiera amado hasta el fin de mis días, te hubiera esperado eternamente, te hubiera aceptado tal cual, hubiera luchado hasta la extenuación.

Pero tus fantasmas se interpusieron, tu desdén hacia aquello que consideras inferior, tu desprecio hacia ti, tus inseguridades, y yo tuve que salir expulsada por la puerta de atrás.

Te sigo amando. Y, lo cojonudo de todo esto es que ni siquiera existes.



9 comentarios:

  1. Vir, me perdí justo en el final, pero bueno, si no existe, entonces no me perdí nada.

    ResponderEliminar
  2. Rubén, ¿nunca has estado enamorado y te has dado cuenta de quien tú creías que era la que te robaba el aliento resultó ser bien distinta? Un desengaño, nada más.

    ResponderEliminar
  3. Qué gusto leerte, que aunque sea un texto visceral de un desengaño es un texto precioso :-) Besos!!

    ResponderEliminar
  4. y es que cuando se ama no hay ojos para nada más, ni para defectos, ni para mentiras, y en esos casos la cosa es durilla.

    Un beso (por cierto, ¿cómo acabó lo del libro?)

    ResponderEliminar
  5. Edu: gracias, el gusto es mutuo. El amor bonito es visceral, sin control, pero los desengaños así son más duros. Beso!

    Sese: muy duro, sí, pero cuando descubres que lo que creías que es no es es más fácil recuperarse.

    El libro... hablaremos de él dentro de poco, y os pediré un pequeño favor, ;) Un beso!

    ResponderEliminar
  6. Me gusta el relato, a mí también me ha pasado alguna vez. Uno se forma una imagen, toda una persona en su mente, que en el fondo no tiene demasiado que ver con esa otra persona que trata o ve de forma más o menos asidua. Pero qué se le va a hacer... ;D
    Feliz año nuevo, Vir!

    ResponderEliminar
  7. Justo, Sonix, esa es la esencia del relato. Lo bueno que tiene ese engaño de los sentidos es que no dura para siempre, o no siempre. Feliz 2012!! Besos

    ResponderEliminar
  8. Como si hubiera muerto... sí.
    hoy es un día jodidamente horrible
    :)
    beso

    ResponderEliminar
  9. Como si hubiera muerto, ya ha tenido su duelo. Ahora a respirar. Que tus labios sonrían, luego les seguirán tus ojos. Beso.

    ResponderEliminar

¿Tienes algo que decir? ¡Dilo! No te cortes...